jueves, 15 de marzo de 2012

Riñas a nuestros bebés

Debo resaltar la importancia de que si regañamos a nuestro bebé con un tono alterado, insultándole e incluso humillándole, podemos petenciar futuros cambios conductuales, falta de atención, depresiones, caracter agresivo y demás. El tono de voz es importantísimo sobre todo para los bebés de pocos meses, debemos hablarles con mesura, de manera apaciguada y sosegada. Con esto no quiero decir que no debemos regañar a nuestros pequeños, ni mucho menos, todo lo contrario, no podemos dejarles hacer lo que ellos quieran y en el momento que ellos prefieran, eso sí, con sentido común. Las regañinas deben ser constructivas, correctivas y fomentar la reflexión del pequeño.

Según estudios del Family Research Laboratory de la Universidad de Hampshire, "regañar mal a los niños" influye en las relaciones familiares y, más adelante, también en otros tipos de relaciones sociales, porque su carácter tendrá una fuerte inclinación hacia la agresión física.

Os puede ser de gran ayuda el libro que os dejo a continuación de Fernando Savater, gran filósofo  y escritor, libro que leí con tan solo 19 años y al cual he vuelto a recurrir a los 32 años.



Que el fin de semana siga con tan buen tiempo como hasta ahora, para disfrutar con mis dos amores a orillas de nuestras playas almerienses.

4 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón tienes!Eduardo Punsent en su libro Excusas para no Pensar, explicaba que para atenuar los efectos de un insulto a nivel cerebral, se necesitaban más de diez palabras amables. Pues si esto ocurre con los adultos, no quiero ni pensar que pasará con los bebés.Una entrada muy buena. Besos!

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  2. Muchas gracias Lady Poe por todas tus aportaciones. Un abrazo muy grande

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  3. Ese libro que llevaba mil años en la casa!!!! Déjamelo!! ;) xxx

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  4. y nunca te lo leiste??? Pues es muy bueno y ahora me ha venido fenomenal volver a ojearlo con esta pequeñaja que me tiene loca!!! besicos cariño

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