Hoy quiero hablaros de que no necesitamos comprarle continuamente juguetes al bebé o niño. Yo particularmente no le he comprado nada de juegos a Paula en su primer año de vida, me apaño con lo que me pasan de sus primos, y sobre todo improviso muchísimo con diferentes objetos. Por ejemplo, a ella le encanta que le de la tapa de la fiambrera y el cacito de dispensar la leche en polvo, y empieza a tocar y le divierte una barbaridad, disfruta cantidad. También le doy los envases de los yogures y de los petit y los encaja uno dentro de otros, así la entretengo bastante rato. Bueno y ya si hablamos de los coladores, boles de plástico, escurridores y demás enseres de la cocina (los que no tienen peligro, por supuesto), se puede tirar horas en su mundo jugando con todo esto. También cabe señalar que a partir del año es de suma importancia darle diferentes texturas para que las palpen, desde la suavidad del terciopelo, a la rugosidad de una lima de uñas (con mucho ojo), tenemos que dejarles explorar a cada momento, ya que según mi pediatra, desarollan mucho más su inteligencia. Lo de tirar todo lo que alcance su mano al suelo es inevitable, son pequeños Newton experimentando con la fascinante ley de la gravedad y si encima decubren lo mucho que nos enfada esto, lo harán todavía más (son muy bordes, jajajaja)
Por último, os recomiendo "Tocar es vivir" de Mariana Caplán, fantástico libro donde se nos habla de la importancia de darles a nuestros bebés todo el amor que llevemos dentro y transmitirles muchísima tranquilidad y sobre todo seguridad.
Bueno, me despido hasta la semana que viene y desearos que paséis un buen fin de semana a todos
P.D: Felicidades cielo ;-)
