Una de las principales vías de aporte de flúor es a través de la alimentación. Nada más nacer, nuestro organismo ya está recibiendo flúor, tanto a través de la leche materna, como de las leches artificiales.
Otra fuente de flúor es el agua que se utiliza para los biberones del bebé. El agua fluorada es aquella que contiene flúor de forma natural.
Más opciones de aporte de flúor es poniendo a éste en contanto directo con nuestros dientes, pero debemos tener especial cuidado, ya que exceptuando el uso de dentífricos fluorados, los suplementos no se deben utilizar de manera rutinaria, ya que existe riesgo de padecer fluorosis.
En resumidas cuentas, para nuestros hijos, es suficiente con aportarles aguas fluoradas naturales y pastas dentífricas con el aporte justo y necesario de flúor.
A continuación os dejo unas imágenes de casos de pacientes con fluorosis:
Que tengáis un buen día y gracias
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